domingo, 5 de abril de 2009

Aulas separadas o mixtas, debate sin fin.

El presente artículo está basado en una noticia que aparecía en el periódico ABC el martes 24-03-09. En dicha noticia se exponía la decisión de algunas comunidades autónomas de retirar los conciertos a los colegios que aplican el modelo de educación diferenciada por sexos o "single sex", lo que ha reabierto un debate que la LOE dejó vivo. Por un lado, tenemos personas que, como la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, piensan que la coeducación es un gran avance y, por ello, defienden la educación en las aulas de forma mixta. Además, ella en concreto, aseguró que la LOE es muy clara al respecto de las condiciones que deben cumplir los centros concertados. Por otro lado, se encuentran las personas que defienden que estos centros deben recibir fondos públicos, y se apoyan en que, legalmente, no hay sustento legal para negárselos, al mismo tiempo que apelan una sentencia del Tribunal Supremo, según la cual "la separación de sexos en las aulas no supone una segregación, y por tanto, es compatible con la financiación pública mediante el sistema de conciertos". Pero, el problema es que la LOE no es tan clara al respecto como afirma la ministra de Educación, Política Social y Deporte, sino que deja abierto el camino inverso, y los que, como ella, están en contra de la educación diferenciada por sexos, toman como referencia otra sentencia del Tribunal Supremo en la que se pone en manos de las autonomías la decisión de concertar o no a centros "single sex". Desde mi punto de vista y, basándome en otros argumentos que se incluyen en la noticia, a pesar de que la educación mixta sea una buena forma (en el periódico cita como la única, pero dudo que sea así) de educar a niños y niñas siendo copartícipes de la convivencia, el respeto y la igualdad, existen informes internacionales que muestran el fracaso de la coeducación en pos de la educación diferenciada por sexos, pues, por ejemplo, las niñas que estudian en clases separadas de los niños obtienen mejor rendimiento académico que las que lo hacen en clases mixtas, aunque mi opinión es que esto puede deberse a otras muchas razones. Otro buen argumento a favor de la educación diferenciada por sexos, que me parece bastante cierto y a tener en cuenta, es el que utiliza la Asociación Europea de Centros de Educación Diferenciada (EASSE) para resaltar "la obligación de los poderes públicos de hacer posibles las ofertas educativas", que consiste en que "la velocidad de maduración cerebral y física de niños y niñas es distinta" y, por ello, se entiende que "comportamientos diferentes precisan de una atención también diferente".
Por todo esto, mi opinión al respecto, es que la coeducación, como vía educativa que se usa de forma general, al menos en España, es bastante positiva porque permite un desarrollo integral de niños y niñas de forma participativa entre sexos y ofrece una clara ventaja en la educación de las futuras personas adultas en los valores de igualdad, respeto mutuo y convivencia entre sexos. Pero lo cierto, es que en la vida fuera del ambiente educativo del centro de estudios, todas las personas pueden encontrarse en situaciones de competencia entre sexos, porque de hecho se dan situaciones en las que se compite continuamente no solo entre sexos, sino entre todo tipo o categorías de personas, por ejemplo a la hora de opositar para un empleo. Así que, desarrollar las capacidades de niñas y niños en el momento adecuado me parece importante, pues no olvidemos que, aunque la educación debe ser diferenciada, la realidad, en general, es bien distinta y más aún cuando niños y niñas se desarrollan a edades distintas y, por tanto, requieren unos estímulos muy diferentes para su progreso a las mismas edades biológicas. Además, se pueden buscar soluciones al posible defecto en la coeducación que pueda tener la educación "single sex", así que la eduación diferenciada por sexos o "single sex" me parece, ante todo, una buena alternativa educativa, con sus pros y sus contras como hemos visto, pero a tener en cuenta por las autonomías para ofrecer los conciertos a este tipo de centros, eso sí, cumpliendo las normas, obligaciones, directrices y limitaciones que puedan exigir las autonomías como condición para ofrecer dichos conciertos.
Expuesto el tema y mi opinión al respecto, dejo abierto la vía del debate al respecto de este tema que me parece de gran importancia para el mundo de la educación y la pedagogía y que, por lo tanto, debiera generar gran interés entre los profesionales de la educación, aunque también entre los padres y madres, entre los políticos, y otra voz que debería ser tenida en cuenta es la de los propios niños, aunque normalmente, por su corta edad, no se les suele tener en cuenta porque se considera que no tienen capacidad para elegir o decidir, pero eso es otro tema aparte.
El artículo de prensa se denomina igual que esta entrada, fue escrito por Milagros Asenjo y se recoje en la página 57 del ejemplar del periódico ABC del martes 24-03-2009.

1 comentario:

  1. Buenas

    Gracias a la aportación de nuestro compañero Luis Fernando Aparcero López y aprovechando su experiencia docente, vamos a incluir aquí una entrevista sobre el tema que inicio mi compañero Bache, un saludo a todos.

    1.Desde tu experiencia como docente en un centro de aulas separadas por sexos... ¿Que opinión tienes al respecto?¿pro o en contra de la existencia de aulas separadas?¿influye este aspecto en la calidad de la enseñanza?

    Considero que la educación en dichos centros no tiene por qué ser a priori de mejor o peor calidad, ya que el hecho de que niños y niñas no compartan el mismo espacio en la escuela no quiere decir que no evolucionen en su madurez. En la sociedad en la que viven no se encuentran aislados y en el colegio no se omite al sexo opuesto, se trata con naturalidad, como lo que es. Además es tónica común que estos niños tengan hermanos, primos y amigos del sexo opuesto que seguro les aportan experiencias igual o más enriquecedoras que las que se viven dentro del aula. La educación en igualdad se debe enseñar a través de los valores que se inculcan, no a fuerza de que se acostumbren a convivir juntos. Poniendo un ejemplo drástico pero creo que bastante clarificador: una persona de raza blanca que nunca ha tenido contacto con una de color no tiene por qué tener ningún tipo de problemas a la hora de relacionarse con ella, ya que en sus principios tiene que primar el respeto y la equidad. Con esto quiero decir que el hecho de que niños y niñas no convivan juntos las 24 horas del día signifique una involución en su proceso madurativo y de relación con los demás. En cuanto a la pregunta de mi posición a favor o en contra de la existencia de aulas separadas puedo decir que me parece correcto que existan, pero que también se oferten aulas mixtas, para que los padres puedan ejercer el derecho de elegir la educación que más se ajuste a sus convicciones morales (art. 27.3 Constitución Española). Refiriéndome a la calidad de enseñanza, como he dicho antes, no creo que a priori sea mejor o peor, ya que para que la calidad del proceso educativo sea alta influyen numerosos factores además de la naturaleza del propio alumnado como puede ser por ejemplo la formación del profesorado o el contexto social.

    2.¿Consideras que podemos trabajar la coeducación en las mismas condiciones en aulas separadas por sexos que en aulas mixtas?

    Está claro que en las mismas condiciones no se puede trabajar, puesto que el contexto no es el mismo. Eso no quiere decir que el resultado sea negativo, lo que implica es que el tema se aborde de una manera distinta. Personalmente opino que donde se necesita trabajar la coeducación es en la sociedad en general, y quizás donde menos sea necesario es en la escuela. Si desde el inicio del proceso educativo se da una visión de igualdad entre hombres y mujeres es innecesario marcar un contenido específico sobre este tema, ya que tratarlo no hace más que destacar las diferencias. En edades tempranas niños y niñas juegan juntos a todo tipo de juegos y la idea de que hay juegos de género como los conocidos casos de “fútbol y casitas” viene impuesta desde fuera. A ningún niño de 6 años se le ocurre discriminar a una niña que quiere jugar al fútbol si no ha visto antes esa actitud en otro lugar. De todas formas la escuela es una microsociedad, así que no se puede hacer caso omiso a los problemas que existen creyendo en utopías. La coeducación se basa en el respeto, por lo que como dije anteriormente, una correcta enseñanza en valores evitará muchos problemas en la sociedad futura. El hecho de llevarla a cabo en aulas mixtas puede dar facilidades en cuanto se puede trabajar de manera implícita diariamente. No es necesario tratarlo en un momento concreto, sino como docentes se va encaminando al alumnado a que desarrollen ese principio de igualdad mediante acciones y decisiones que nos lleven hasta donde queremos.

    3.¿Cuales son los motivos por los cuales, los padres de los discentes, deciden matricular a sus hijos en este tipo de centros?¿Entre estos motivos se encuentra la diferente evolución madurativa de los diferentes sexos?

    Considero que en España los motivos son principalmente religiosos. La administración pública oferta casi en su totalidad centros con aulas mixtas, por lo que los padres que quieran una educación para sus hijos en aulas diferenciadas tienen que hacerlo la mayoría de las veces en centros privados, que a su vez suelen estar regidos por entidades religiosas. En algunos países de Europa y Estados Unidos si que existe ya una conciencia de educación diferenciada como forma válida que da buenos resultados, y es cuestión de tiempo que se vayan introduciendo poco a poco en España. En estos países funcionan centros de ambos tipos y dejan la libertad a los padres a que elijan lo que crean más conveniente para sus hijos. Siguiendo este punto considero que la administración pública debería reservar cierto porcentaje de fondos (en función de la demanda) para dar cabida a estos centros y proteger así el derecho de los padres. En España las investigaciones sobre educación están algo menos desarrolladas que en los países citados anteriormente, pero si la evidencia científica da resultados positivos con la educación diferenciada y además se pone a los padres en conocimiento de estos estudios, no hay motivo para que ésta no tenga lugar dentro de nuestro sistema educativo.

    4.¿Sería posible atender a estas diferentes existentes entre sexos en un aula mixta?

    En este punto entra el buen hacer del docente, que debe conocer el perfil de su alumnado para establecer los planes de acción más adecuados. Es tarea del docente planificar las actuaciones de acuerdo a las características de los alumnos, y por ello la programación de aula se entiende como flexible para ajustarse a estas diferencias. Las edades críticas en este aspecto son las de la pubertad, alrededor de 5º y 6º hasta 3º de la ESO aproximadamente, en la que en una misma clase podemos tener desde niños hasta mujeres. El docente debe saber cómo tratar a cada alumno de manera individual no limitándose únicamente al aspecto académico, pero sin dejar de prestar atención a las relaciones que se produzcan en el aula, convirtiéndolas en enriquecedoras para todos.

    5.Respecto a las clases de Educación Física ¿se pueden trabajar mejor los contenidos en aulas separadas?

    No tenemos que fijarnos en los contenidos, ya que estos son los medios para alcanzar los objetivos. Los objetivos tienen que ser la luz que guíe el proceso de enseñanza, el fin del mismo. Por ello tenemos que buscar los contenidos más adecuados a nuestra aula, y utilizarlos como herramientas para desarrollar las competencias y capacidades de los alumnos. Para llegar a un mismo fin podemos tomar distintos caminos, y será tarea del docente seleccionar aquella senda que mejor se ajuste al contexto en el que se desenvuelva. Por ejemplo, para trabajar el bloque de expresión corporal en secundaria, en una clase de chicas podemos trabajar con el aeróbic, en clases mixtas con juegos de mimo o clown, y en clases de chicos podemos usar el acrosport. Con esto no quiero decir que haya unos contenidos preparados para chicos y otros para chicas, pero si hay que tener en cuenta que hay algunos que funcionan mejor con unos y con otros, y el docente debe ser consciente de esto y saber aprovechar todo el abanico de posibilidades que nos ofrece el amplio, y muchas veces desconocido, campo de la Educación Fïsica.

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