martes, 17 de marzo de 2009

Ideas equívocas

En primer lugar quisiera pedir disculpas por un blog desactualizado, los exámenes, la nieve, el trabajo, los entrenamientos y la cerveza (fundamentalmente) me impiden tener tiempo para dedicárselo.

Este artículo se trata de una opinión personal sobre ciertas cuestiones que se han tratado con anterioridad en otro blog, en concreto, sobre la adecuación del ingreso de diplomados en Magisterio (Especialidad Educación Física) en el segundo ciclo de LCCAFD, la finalidad del presente texto es el de ahondar un poco más en mis explicaciones.

La justificación de que tenga cabida este debate en este blog es que afecta a la enseñanza de la actividad física en el sentido en el que afecta a la cualificación docente de los profesionales que desarrollan esta labor profesional.

En primer lugar quiero evitar la idea de que la crítica se centra en las personas, es decir, no tengo nada en contra de las personas que de forma correcta han aprovechado la oportunidad que les ofrece el sistema educativo, y los/as felicito porque es signo de vocación y de preocupación por su formación, en definitiva, por enriquecerse, y en segundo lugar quiero evitar las generalizaciones, o mejor dicho, que se asocie mi persona a estas generalizaciones, pienso que es mejor hablar de una persona, que de un grupo de personas, es decir, cuando de forma reiterada comento en el debate establecido en el otro blog que la formación de los diplomados es deficitaria hablo de una tendencia, en ningún momento he dicho que no existan excepciones, hay estudiantes muy válidos que proceden de magisterio, los hay que son menos válidos (en el sentido de que enriquecen en menor medida a la comunidad universitaria), pero esto también existe entre los estudiantes que hemos cursado LCCAFD desde el comienzo, es solamente una cuestión de porcentaje y tendencia.

Lo que obviamente es impresentable es sacar conclusiones tan claras a los pocos meses de ingresar en nuestra Facultad (me refiero al sujeto que mantuvo el debate en el otro blog), denota poca presencia de habilidades sociales ingresar en un colectivo que ya esta rodado y afirmar con rotundidad que los estudiantes de esta Facultad (refiriéndose a las personas que integran ese colectivo) si en algún momento desarrollan una labor docente se frustraran si los discentes no alcanzan las 20 sentadillas, realmente pensé que la persona que reiteradamente debatía (con deficiente argumentación y menos sentido común) debía de ser algo así como un genio en lo que a pedagogía se refiere, habiendo pasado el tiempo, y teniendo en mi mano un dato objetivo (derivado del resultado de un examen) claramente esto no es así, es más, puedo afirmar que su formación es deficitaria con mas argumentación, según el, su formación en cuanto a la pedagogía roza la excelencia, quisiera ver que barreras o que pruebas le plantearon en la diplomatura o que capacidad de olvido tiene este señor, puesto que, o no le explicaron nada y por tanto le preguntaron menos, o se ha olvidado de todo muy deprisa.

No obstante aclarar dos ideas, la primera de ellas, que hay estudiantes de nuevo ingreso de pleno derecho, que mejoran lo que hay, y otros que son algo así como un peso lastrado, no siendo una idea buena generalizar y la segunda idea sería una propuesta (una idea vaga que no va a llevar a ningún sitio, pero que le otorga contenido al blog) de procedimiento de ingreso que desde mi punto de vista sería de rigor, para que el acceso de estos estudiantes sea correcto.

Mi idea se basa en que no es correcto que estudien el segundo ciclo de LCCAFD porque su plan de estudios no es coincidente con el primer ciclo de LCCAFD, pero como generalmente suelo equivocarme, sería positivo que ingresaran de forma posterior a la realización de un examen cuyo contenido sea el que se ha impartido en el primer ciclo de LCCAFD, debido al grado de excelencia del proceso de enseñanza (comentario irónico referido a la enseñanza lamentable que recibí en la Universidad de Cádiz) que reciben estos estudiantes en sus respectivas facultades no les supondría dificultad alguna y serían estudiantes de pleno derecho a todas luces.

Es únicamente una reflexión mientras se cuece la pasta, un saludo.

Alberto Benítez