viernes, 25 de marzo de 2011

Universidad, divergente o convergente con la realidad laboral

¿Se encuentra la facultad del deporte próxima a la realidad laboral? ¿la formación teórico-práctica se adecúan a las exigencias del actual mercado laboral? ¿es la universidad una especie de burbuja académica que explota en la cara de los estudiantes al finalizar sus estudios?

Esta preguntas y otras deberían de tener una respuesta concreta y efectiva por parte de los órganos de gobierno de la Facultad, y las tienen, su mecanismo propagandístico siempre se ocupa de eso, no obstante, la opinión general de los estudiantes (especialmente de aquellos de cursos avanzados o egresados) es completamente opuesta, un claro y no rotundo refrendado por el presente lamentable de los egresados que en su mayoría tiene el lastre de su condición de desempleado, se encuentran empleados en otro tipo de sectores, trabajan por una miseria en actividades directamente relacionadas con lo que trabajaron o apuestan por el mercantilismo y estudian terceros ciclos.

Es curioso ver a estudiantes de derecho estudiando leyes que rigen de forma completamente directa el trabajo de todos los abogados que se encuentran ejerciendo, y estudiantes de ciencias del deporte familiarizándose con plataformas de fuerza… ¿existe un valor en término relativo de cuantos licenciados en deporte tienen acceso directo en su realidad laboral con dicho material?

La gente, en su mayoría de los casos, y yo me incluyo, no suele plantearse este tipo de cuestiones, es suficiente intentar dar la talla en las asignaturas de la universidad y otro tipo de cuestiones no académicas, pero si nos plantaríamos la falta de especificidad de los contenidos impartidos en nuestra carrera con la realidad…. Seguro que más de uno se replantearía la carrera, más teniendo en cuenta el coste de oportunidades.

Todo conduce a otra pregunta… ¿están los profesores inmersos en la realidad laboral? O la universidad les proporciona una situación de privilegio y hermetismo tal, que imparten unos contenidos simplemente para salir del paso sin necesidad de examinar año tras año la evolución de las necesidades, que en definitiva, en ningún caso, son estancas.

¿Cómo es posible que una situación como la actual, claramente insostenible, sea vista por la mayoría desde el prisma de la normalidad? Sólo el conformismo y la poca actitud crítica del conjunto de nuestra ciudadanía pueden hacernos alcanzar la paradigmática situación actual sin que la gente mueva un dedo, sencillamente se acepta y se adoptan medidas adaptativas, en ningún caso se eleva la voz de la mayoría hasta hacer claramente perceptible la opinión general, propiciando un cambio en respuesta.

sábado, 12 de marzo de 2011

Escuela nacional de entrenadores de culturismo, musculación y fitness - El fenómeno de la titulitis hasta lo absurdo

Hoy día vivimos situaciones absurdas en el ámbito de las Ciencias del Deporte, situaciones que serían completamente impensables que acontecieran en profesionales de otras ciencias, sin duda alguna, más consolidadas.

¿Os imagináis a un recién licenciado en medicina, o estudiante de último curso de medicina planteándose matricularse en un curso de 3 tardes de duración para la obtención de una titulación de A.T.S.? eso está aconteciendo hoy día en nuestra ciencia, con el añadido de que el curso de A.T.S. tiene un coste de 400 euros (+50 euros de expedición de la titulación por derecho de gestión-eso es inflación y lo demás es broma).

No quiero menospreciar en ningún momento a profesionales que ejercen de auxiliares técnicos sanitarios, es muy respetable, no obstante, dudo que ningún médico tenga que formarse para ejercer su profesión.

Esta escuela de formación, dependiente de la Federación de Halterofilia, pero que no pinta absolutamente nada en dicha federación (muestra de esto es que no se encuentran ni siquiera presentes en la página oficial de la misma), es un negocio diseñado para captar aquellos sujetos que hayan sido infectados por la titulitis que azota este país, aprovecharse de su inocencia, y, en definitiva hacer negocio, un negocio que es bastante rentable, puesto que si el curso cuesta (390+50) 440 euros, a una media de 20 alumnos por curso y una media de 8 cursos por año salen 70.400 euros, los cuales son más que suficientes para pagar los honorarios del señor Ramón Lacaba Velasco, y el poco personal (por no decir ninguno) que tenga en nómina esta pseudoescuela de entrenadores (pseudo es un prefijo que viene del griego y significa falso), 70000 que ingresan anualmente en nómina a costa de la inquietud de estudiantes de carreras que, en definitiva, proporcionan infinitamente más formación que la que presentan estos cursos, 70000 euros del bolsillo de estudiantes que pagan con creces 3 miserables días escuchando a un sujeto cuyas publicaciones no merecen ni un comentario por mi parte.

Con respecto a la formación que proporcionan en los cursos es profundamente deficiente, tanto que parece una especie de show absurdo y engaña-bobos, a ver si son capaces de adaptarse a la nueva legislación para la expedición de titulaciones deportivas, que tiene, como objetivo, en definitiva, evitar situaciones como la presente con esta “escuela”.

Puedo hablar con conocimiento de causa puesto que en su día realice el curso, era estudiante de primer curso de Ciencias del Deporte y mis ganas por aprender me hicieron cometer este error.

Gracias por vuestro tiempo

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